El fundador de TAGLIANI Repuestos Aurelio Tagliani comenzó a viajar en camión a la temprana edad de 16 años, y siguió hasta el año 1975 cuando, ya con tres unidades, decide “bajarse del camión”. La decisión del rubro no fue fácil ya que buscaba un camino que cubriera sus dos más grandes pasiones: el camión y la familia. Con la venta de los camiones compra un local en la localidad de San Justo en Camino de Cintura, hoy nuestra sucursal más antigua, con la perspectiva de cubrir un segmento hasta el momento inexplotado: una “casa de repuestos de camiones” sin ser concesionario oficial. Nacimos para cubrir una necesidad que el consumidor de la época no sabía que tenía pero que ya Aurelio avizoraba. Hoy no se concibe el mercado de reposición sin la existencia de las “casas de repuestos” y ello en nuestro medio se debe sin duda en parte a la visión de Aurelio Tagliani.
La empresa se funda en 1975, con la compra del local de San Justo en Camino de Cintura. Fuimos el primer mostrador de repuestos de camiones Fiat sin ser concesionario oficial. La visión de futuro del fundador de la empresa, Aurelio, fue clara: hoy los mostradores de repuestos superan ampliamente en número a los concesionaros oficiales en todos los segmentos (liviano, mediano y pesado) habiéndose transformado en un mercado que ocupa una gran porción de las ventas minoristas anuales. No fueron tiempos fáciles ya que no existía lo que hoy llamamos cadena de distribución, no había “distribuidores mayoristas” lo que nos permitió crear un contacto directo con las fábricas para las compras, la mayoría proveedoras directas de la terminal Fiat camiones, hoy IVECO.
En 1989 se incorpora a trabajar el hijo de Aurelio, Sergio J.L. Tagliani, hoy al frente de la firma. Con la llegada de la siguiente generación y con la tradición de las familias italianas en las venas, inician las charlas de domingos y las mateadas para definir el futuro de la empresa. En este periodo se implementó en la empresa un sistema informático y un software de gestión hecho a medida para manejar el stock y las cuentas corrientes de clientes y proveedores, mientras muchas grandes empresas se encontraban recién a los inicios de sus implementaciones.
19 años desde la fundación la visión inicial del fundador Aurelio se demostraba siempre más valida, llevando a la familia de TAGLIANI Repuestos a abrir su primera sucursal en la ciudad de Olavarría. Ya con Sergio al frente de la empresa y con el invaluable asesoramiento de su padre la empresa no solo supera las innumerables crisis en Argentina sino que presenta un modelo de negocios con un futuro siempre más prometedor. Siempre con el mismo objetivo, la misma voluntad y, especialmente, siempre en familia.
El mercado se encuentra en una situación difícil para aquellos sin visión de futuro, empresas preocupadas por el hoy que no pueden proyectarse en el tiempo. Cuando una empresa está en la búsqueda constante de la visión a diez años, la coyuntura si bien puede mejorar o empeorar la situación, en la hipótesis de máxima no es de tanta importancia. No es fácil y somos LA ÚNICA empresa en el rubro que en 50 años no ha cambiado de nombre, ni de trayectoria, pasando de padre a hijo y encaminándose hoy a nivel corporativo. Somos los únicos que estuvimos en la ruta durante décadas, y somos los únicos del mercado que comprendemos exactamente lo que significa un camión parado, es algo que no puede suceder, y mucho menos por la falla de un repuesto.
TAGLIANI Repuestos ha crecido de manera constante desde su nacimiento, y podríamos atribuir ese crecimiento a cuatro factores, en parte por la proyección de futuro de sus titulares, por otro lado, por la gente que hace TAGLIANI Repuestos poniendo el hombro día a día para mejorar en atención al cliente. Un tercer factor son los proveedores, algunos desde hace décadas, quienes siempre han valorado la trayectoria comercial de la empresa y nos han apoyado aun en los momentos más difíciles, y por último los clientes, que nos han sido fieles a través de los años, nos han acompañado y valoran el hecho que después de casi 50 años seguimos estando, en el mismo lugar, con el mismo nombre, y la cordialidad y la calidad de siempre.